De una multinacional a una startup: acelera que es bajada!

Adaptarte a una startup cuando vienes de una multinacional no es fácil. No tienes jefe. No tienes horario. Nadie te controla. La procrastinación llama a tu puerta a cada segundo, pero por el otro lado, haces lo que quieres y persigues un sueño; no hay motivación mejor. Esa, y la de tener que conseguir ingresos lo antes posible.

startup vs corporate

Pero lo haces. Rehaces tu manera de trabajar y de pensar. Rehaces tus hábitos, tus tareas, tus prioridades. Trabajas más y mejor, pero por arte de magia también concilias mejor. Aprendes a priorizar de manera muy práctica, porque nadie te pide que hagas nada… sólo la realidad de tu día a día. Pero a veces con todo eso no basta  y llega el fracaso.

Pero después viene una nueva oportunidad, a veces sin buscarla. Y en mi caso, en otra multinacional, no en una startup. Aterrorizado, porque sabes que después de catar los elixires del edén del emprendimiento, te será difícil volver al corsé de la multinacional. Además, en un sector muy regulado y poco amigo de los cambios rápidos. Pero esto también es un reto, porque no contratas a un payaso para hacer llorar. Lo contratas para que haga reír.

Así que esta es la misión: startupear una multinacional. 

¿Lo conseguiré? Keep reading, my friend.