Padre de dos. Bloguero. Podcastero. Tuitero.

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Padre no hay más que uno

«Para mí es importante que mi marido eduque a nuestras hijas a su manera y no a la mía.»

«Pero para la gente como yo, que vive en una casa en la que hay un padre y una madre, es importantísimo no solo incluir a los padres, sino recordar que, aunque yo pase la mayor parte del día con nuestras hijas, no soy más importante de lo que es su padre.»

No podría estar más de acuerdo en con este artículo!! Pero creo que como dice su autora, muchas mujeres no lo estaréis…

Siempre lo digo: parte del problema de que los padres no se impliquen más es que las mujeres no dan un paso al lado para dejar que nos pongamos al mismo nivel. Nos quieren implicados a su manera, que eduquemos y criemos en base a su pensamiento y no al que nosotros podamos tener. (cuando hay un padre y una madre claro… respect para todos los otros casos por supuesto). Desde decisiones trascendentales (Teta? BLW? Colecho? Homeschooling?) a las más banales (pendientes? rosa o naranja? Pañales de marca o marca blanca?). Aunque padres del mundo, estad tranquilos: siempre os quedará elegir el cochecito, la sillita del coche (a contramarcha, eso sí) y ese body rosa de los Ramones.

Padre molón, body al canto

Se repite la historia

Llega un padre primerizo a un grupo de crianza con apego para informarse porque su mujer le ha dicho que es así como hay que criar al peque. Es como si las madres tuvieran una sabiduría absoluta sobre todos los aspectos de la crianza, y los padres tuvieran que ser los ejecutores. ¿No debería el padre poder decidir también?

¿Puede un padre participar en la decisión de si su hijo toma teta o bibe? ¿Que peso debe tener en la decisión? Si repartiésemos participaciones… ¿Le daríais al padre el 50%?

AYUDA! He perdido a mis hijos!

SOCORRO! SOCORRO! He perdido a mis hijos. Soy un desastre. No se como ha pasado, la verdad, pero necesito recuperarlos. 

Todo iba de fábula. Cambié de trabajo con nuestro primer hijo para poder conciliar mejor. Monté mi propia empresa, y aunque no funcionó todo lo bien que desearía, me permitió pasar mucho tiempo con él. Pero la inestabilidad económica pesaba mucho, así que tuve la suerte de encontrar un trabajo en una gran empresa con mucha flexibilidad y políticas de conciliación antes del nacimiento de nuestra hija pequeña. Aún y trabajar para otros, podía organizarme muy bien mis horarios; llevaba al mayor a la guarde cada mañana y dos tardes a la semana lo recogía y junto con mi otra hija pasábamos la tarde juntos. 

niños perdidos

Dicen que si pones una rana en una olla con agua fría, estará a gustito porque el agua es de la temperatura que le gusta. Pero si vas calentándola poco a poco, su cuerpo instintivamente se irá calentando para estar acorde con el agua que la rodea, hasta un punto que morirá escaldada sin haberse dado cuenta de que ya no estaba tan a gusto como se pensaba.

He perdido a mis hijos. Ya no juego con ellos, porque llego tarde a casa, cansado, cabreado y estresado. He perdido a mi mujer, porque no tengo tiempo para estar sólo con ella. Y me he perdido a mi mismo, porque tampoco tengo tiempo para mí.

Esto ha sido una pesadilla. Os la cuento para que no me ocurra. Os la cuento para que me prevengáis si veis que va a ocurrir, porque como la rana, no me doy cuenta de que poco a poco me voy dejando llevar.

¿A que hijo debemos sacrificar?

Ya en la Biblia, a Abraham se le pide que sacrifique a su hijo Isaac para satisfacer las órdenes de su Dios.

Nos vemos en la misma encrucijada. Porque debates recientes nos hacen ver que no podemos seguir con los dos a la vez.

Hace casi 26 meses nació P. P tomó teta hasta que quiso, y luego pasamos al biberón que aún toma a veces. Y tan bien.

Hace casi 3 meses, nació G. G tomó bibe desde el primer día, sigue sólo con bibe. Y tan bien.

Si alguien quiere los motivos de la diferencia, que escuche esta canción o se lea su letra, a ver si pilla la respuesta.

Así pues, ahora tenemos que decidir con que hijo nos quedamos y cual sacrificamos. Porque tenemos que estar en un bando, hacernos talibanes de la teta o del biberón. Tenemos que resolver esto cuanto antes.

Porque criar es eso, es posicionarse, es ser radical de una visión y una posición. O eres de teta o eres de bibe. O eres de Estivill o eres de González. O eres de proyectos o de tradicional. Papillas o Baby Led Weaning. Porteo o cochecito. Colecho o cuna.

¿Sabéis que?

Que pasamos de todos. Que seguiremos haciendo lo que nos plazca. Porque siempre los que más gritan y chillan sobre las bondades de sus radicalidades son los que menos las aplican. Porque estamos hasta el moño de gurús de una cosa que luego en su vida real hacen otra.

No puedes querer dar lecciones de apego si estás todo el santo día en facebook y twitter. No cuela.
No puedes dar lecciones de respeto si faltas al respeto a quien piensa diferente que tú. No cuela.
No puedes fardar de lo mucho que quieres a tu familia y a tus hijos si te acuestas con otra. No cuela.

Así que…

Callad, nobles consejeros,

guardad la razón que os quede,

y con paso vivo y decidido

marcharos a donde os esperen.

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